Vida en el trazo

María Luisa Grau Tello
“Todos necesitamos rodearnos de cosas bellas. Y quien dice lo contrario, miente”

Tiene 33, advierte que para 34. Nació en Andorra, no en el Principado, sino en un municipio turolense. Es Historiadora del Arte y apasionada por el Street art. Vive en la ciudad de los grandes murales, el color y la creatividad: Zaragoza. Cree en el arte que integra a la ciudadanía. Para ella, “los artistas dan intensidad a lo que hacen, y lo mejor es que lo que hacen te transmite vida”.

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María Luisa Grau Tello, historiadora del Arte y apasionada del Street Art

| Ana Ibarz Moret 

VIDA EN EL TRAZO

El arte es, ante todo, un trabajo con contexto donde el resultado depende del dónde, el cómo y el cuándo. La pintura mural desde la dictadura franquista a la democracia española fue el enfoque político de su tesis, pero constantemente piensa en el auge del Street art, y en los trazos de los artistas que devuelven el alma perdida a las paredes sin color. A pesar de que la escultura urbana es habitual en las ciudades, comparte la visión de Giuseppe Renaud y considera que el auténtico arte socialista es la pintura mural como se manifiesta ahora, permitiendo un acceso directo a la gente. Unas obras que se entremezclan con el entorno y desarrollan así una vida propia a lo largo de los días y las noches. Rutas al aire libre por un legado artístico y visual único. Berlín, París, Londres, Portugal o Zaragoza invitan a encuentros fortuitos o activamente buscados…

-¿Cómo ha evolucionado el arte mural en España?
Durante la dictadura, eran manifestaciones en edificios institucionales e iglesias. En la transición se centra en el espacio urbano, ya no solo por parte del poder, sino de la ciudadanía, como una manera de situarse frente a la dictadura y la necesidad de cambio.

-¿…?
Era una época nueva en la que se creaban nuevos gobiernos autonómicos, los Ayuntamientos tenían otras atribuciones y el país…los cascos históricos estaban muy abandonados. Se decidió contar con los pintores como una manera de crear una nueva iconografía o imaginario de la democracia.

-¿Y ahora?
Creo que cada vez más el espacio público tiene más fuerza y eso se ve en nuestras vidas, en el uso que hacemos, por ejemplo, de las redes sociales. Son una prolongación del espacio público, ahí nos exponemos y son otro foro de comunicación.

-¿A qué se debe el auge actual del arte urbano?
Los artistas de hoy en día y los jóvenes tienen necesidad de manifestarse y manifestar su creación artística y muchos de ellos ven en el espacio urbano esa vía de comunicar y conectar con el ciudadano. Yo creo que eso influye mucho, lo que pasa es que en cada país la razón de ser es distinta.

-Entiendo
Aquí, creo que no hay un carácter reivindicativo o muy político como en otros sitios, como Egipto, que está muy vinculado con las Primaveras Árabes. Lo que siempre subyace es el deseo de comunicar, llevando el espacio público a sus extremos. Cada vez el espacio privado es más pequeño y el espacio para compartir y comunicarnos públicamente más grande.

-¿Qué caracteriza la creación de este arte?
Sus creadores provienen del mundo del diseño o de las Bellas artes, principalmente. Buscan las paredes, las medianeras, las tapias…como el lienzo donde crear, y tiene una identidad propia que le diferencia del graffiti.

-¿Por qué?
El graffiti es un mundo mucho más cerrado que se engloba en el hip hop. Es más una manifestación de la individualidad de los graffiteros, y el arte urbano es mucho más abierto, está más dirigido a que llegue a los demás.

-¿Por qué se dan a conocer en la calle?
Porque buscan una vía de comunicación con los ciudadanos o el público que llega más que la exposición en un museo o galería. A los artistas les gusta el hecho de relacionarse con la ciudad y ver cómo esa obra evoluciona…y por la libertad. La calle tiene muchos lenguajes.

-¿Cuál es su principal aliciente para pintar?
Que lo disfrutemos todos. Hay gente que todavía le ve un punto negativo, sobre todo, gente mayor a la que le parece una gamberrada. Pero te encuentras esas medianeras increíbles…al final eso revierte en la calidad estética de un sitio y todos necesitamos rodearnos de cosas bellas. Quien dice lo contrario miente.

-¿Qué aportan las intervenciones a la cotidianidad?
Es una cuestión un poco polémica. El teórico Kevin Lynch habla de que a través de determinadas acciones en el espacio urbano se permite su rehabilitación. No es lo mismo pasar por una calle un poco sucia, gris, con solares vacíos, que si la encuentras con murales, que son señales de vida. Pero lleva asociado un hecho negativo.

-¡Vaya!
Es el efecto de la gentrificación. Es decir, que sean zonas con muchas intervenciones, de repente se pongan de moda y la población que antes había, con recursos económicos muy bajos, se vea abocada a irse porque suben los alquileres, la gente quiere ir a vivir allí y no resuelves un problema.

-¿Y a la ciudad?
Que los ciudadanos consideren el arte en el espacio urbano como una manifestación artística que se puede disfrutar tanto como cualquier otra. Crean hitos visuales y eso da personalidad a las ciudades ahora que cada vez las sociedades son más homogéneas y más parecidas las unas a las otras…

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